Isaac Asimov es considerado uno de los tres grandes de la ciencia ficción, junto a Robert Heinlein y Arthur C. Clarke. También es uno de los más prolíficos de todos los tiempos, y que más temas diferentes ha tratado en su bibliografía (historia, literatura, ciencia…), con cerca de 500 libros, entre obras de ficción, no ficción, antologías, etc. Toda una vida escribiendo sin parar. Francamente impresionante.
Asimov murió el 6 de abril de 1992, a la edad de 72 años. Ya había escrito su autobiografía en dos volúmenes («En la memoria todavía verde» y «En la alegría todavía sentida» 1979/1980). Y ante la proximidad intuida del fin de su vida, comenzó a escribir -animado por su mujer, Janet- esta y definitiva autobiografía, jugando en el título con su saga de Robots, «Yo, Asimov. Memorias«.
Asimov da un repaso a toda su vida, con una estructura de capítulos cortos que, aunque siguen una estructura bastante cronológica, va saltando entre diversos temas: muchos dedicados a personas particulares que influyeron especialmente en su vida (amigos escritores, como Heinlein, Silverberg, Pohl, entre otros muchos), clubs a los que perteneció, su relación con las editoriales con las que más trabajo (como Doubleday), anécdotas particulares, su vida sentimental e interior, cómo afrontaba el trabajo… todo un mosaico muy completo que, desde luego, te va a hacer conocer en profundidad a este escritor fundamental en la historia de la ciencia ficción.
Asimov es un escritor racionalista, ateo, humanista, positivista y totalmente a favor de la tecnología y la ciencia como promotores esenciales del progreso humano, con una visión absolutamente opuesta al pesimismo y tendencia a la distopía/apocaliptismo de una gran corriente de la literatura de ciencia ficción. Siendo uno de sus precursores, su forma de escribir siempre estuvo ligada a la ciencia ficción más clásica, alejándose de new waves y enfoques más vanguardiastas, que no han dejado de evolucionar desde antes de los años 70.
Y si hablamos de su estilo particular, hablamos de uno de sus puntos fuertes: no sólo fue un escritor rico en ideas y planteamientos (famosas son sus sagas de Robots y de la Fundación), sino que hizo su marca personal en un estilo (que el mismo describe bien en esta autobiografía) sencillo, alejado de retruécanos literarios, directo, claro y cristalino, positivo y, algo que se destaca especialmente en libros como éste, con gran sentido del humor, de disfrute de la escritura y el fenómeno de la vida en general. Se nota que fue un gran comunicador (muy valoradas sus conferencias, que no se preparaba previamente, pues decía le restaban naturalidad: conocía los temas y, simplemente, los desarrollaba), y sus obras se leen como el agua, con enorme capacidad de conectar profundamente con el lector. Uno suele salir muy contento tras la lectura de sus libros, con la sensación de haber aprendido y disfrutado a partes iguales.
Impresiones finales
Me encanta la obra de Asimov. No sé hasta qué punto por haber sido uno de los primeros escritores del género que empecé a leer, de preadolescente. Supongo que, en buena parte, su motivación pura y disfrute al escribir se transmiten con fuerza al lector, que a su vez se ve inmerso en sus planteamientos optimistas, imaginativos, de lejanos pero a la vez cercanos futuribles… no recuerdo ningún libro particularmente «malo» de Asimov, y sí grandes lecturas como «Sueños de robot» o «Los propios dioses», que es toda una obra maestra del género.
Y este libro no ha sido menos. La forma de contarte su vida, el humor socarrón acerca de su simpático egocentrismo, las anécdotas, los detalles con toda su divertida franqueza… conforman una obra que se lee de forma acelerada, disfrutando del viaje. Creo que encantará a los fans del escritor y, para quien cometa el error de no conocer aún su obra, es un libro que sin duda animará a embarcarse en la lectura de uno de los grandes escritores del pasado siglo XX.
«YO, ASIMOV -MEMORIAS-» en AMAZON
Deja una respuesta