Nunca he sido muy frikazo de las pelis de Star Wars, pero siempre me han gustado, tal vez porque las vi en su momento -recuerdo «Una nueva esperanza» vista en cine a principios de los 80″-, y resultaban impresionantes vistas con los ojos de un niño. Y resulta innegable su valor como fuente de iconos del space-opera ciencia ficcionero más popular, además de conformar un universo particular muy atractivo con inspiraciones filosóficas de lo más diverso y sugerente.
Esta «Rogue one: una historia de Star Wars» se sitúa cronológicamente entre la excelente «La venganza de los Sith» y «Una nueva esperanza«. En ella se nos cuenta las peripecias de un grupo de rebeldes dispuestos a todo por robar los datos necesarios para explotar una vulnerabilidad (sabotaje) catastrófica en el diseño de la recién creada Estrella de la muerte, arma apocalíptica del Imperio que parece el fin de las aspiraciones de la Alianza.
Impresiones personales
La película anterior a ésta «Rogue One» («The force awakens») me pareció tan gilipollesca y vacía a nivel de historia y como película más allá del mero entretenimiento, que ni me molesté en comentarla. Sin llegarle a los tobillos a clásicos como «El imperio contraataca«, «Una nueva esperanza» o la más reciente «La venganza de los Sith», al menos ésta consigue ser una película decente que combina acción-diversión con una visión oscurecida de cierta parte de la trama central de Star Wars, centrándose en los primeros pasos de la icónica Estrella de la muerte.
¿Star wars Benidorm?
En la parte positiva diré que me ha gustado esa visión más humana de los rebeldes, dura incluso, (reconocen el asesinato y otros crímenes en nombre de la rebelión, p.ej), saliéndose levemente del esquema maniqueo de buenos-malos. Por supuesto, el punto fuerte es el aspecto visual y de acción bélico-desenfrenada: las batallas espaciales en órbita al planeta donde, en tierra, se libran combates terrestres a la desesperada, en una completa orgía de lásers, cruceros, stormtroopers cayendo a pares (qué nefastos son los jodíos, por dios…), destructores chocando, Darth Vader sacando a pasear la espada-láser a lo matanza de Texas, protagonistas muriendo, prácticas de tiro de la Estrella de la muerte… Sed de sangre saciada, gracias. La trama también es sencilla y directa: vamos a por los datos/planos y nos vamos a dejar los cuernos en ello, poco más. A veces el no perderse por las ramas ayuda, y en algunos momentos de ritmos pausados podían haberle metido acelerador sin problema, en congruencia con la parte final de la película.
¿Qué no me ha gustado tanto? Pues que, a mí al menos, ningún personaje me ha parecido carismático casi que ni por asomo, dándote bastante igual que muera quien tenga que morir sin apenas inmutarte. Algo falla con los personajes cuando uno siente tal desapego, me temo. No sé, y hay cosas que no acaban de convencer: el monje ciego ese dando palazos de escoba en plan flipe/matrix total sobre las armaduras de stormtroopers como si les dieran con un mazo pilón… no, no me lo trago, lo siento. La música, tampoco me ha gustado un pelo: la notaba sobrante y molesta, como subrayando con poco brillo y talento cosas que no hacía falta subrayar, acompañando bastante malamente. Me ha parecido casi de cliché, y bien podían haber dejado el silencio que hubiese quedado mejor. Y es que Williams es mucho Williams, amigos…
Pero en general puedo decir que la película no me ha decepcionado, me ha entretenido y gustado lo que he visto en pantalla. ¿Que me hubiese gustado haber salido con la sensación de «peliculón» con la que terminé «La venganza de los Sith»? Por supuesto. Pero esto es lo que hay, y dando gracias.
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