Parece que buena parte del cine americano actual pasa por hacer remakes de aquellos títulos que vimos hace décadas (Robocop, Desafío total, Cazafantasmas… la lista tiende a infinito), sabedores que dichos títulos flotan en nuestros manantiales subterráneos de la nostalgia, y que esto asegura un mínimo de espectadores maduros que devolverán parte de la inversión. Bien, pues también le ha llegado su turno a la versión ánime (1995) del manga «Ghost in the shell».
Debo decir que vi este ánime en su día y que, más allá de su ambientación oriental futurista -que sí me gustó-, me pareció un tostón considerablemente aburrido y hasta confuso. De esas que te dejan con la nota mental «No volver a ver nunca».
Y con pretensiones nulas por encima de un entretenimiento banal, es con el ánimo con el que me he acercado a este remake «Ghost in the shell: el alma de la máquina». Y veo que hice bien en no esperar demasiado.
El tema central viene a ser una reflexión sobre los efectos que tendría sobre el individuo y la sociedad la normalización de una tecnología tal que permitiese la sustitución del cuerpo por elementos sintéticos, hasta poder dejar simplemente la conciencia como parte humana esencial. Pero ¿Y si los recuerdos también pudiesen ser implantados/confundidos con la vida pasada real? Bueno, nada nuevo bajo el sol: este es el fundamento del ciberpunk y buena parte también de obras de la ciencia ficción, en entornos de mafias y megacorporaciones, donde la humanidad casi brilla por su ausencia.
¿Ver en semi-cueros a Scarlett Johansson la ha convertido en un taquillazo? Parece que no
Dicho tema filosófico, que da para mucho si se hace bien, en la película se queda en prácticamente nada, pues por encima de todo prima lo visual y las escenas de acción, y ninguno de esos factores te sorprenderá por su impacto original, precisamente. Te acordarás de Blade Runner, Robocop, Matrix… etc, etc, etc Y lo que es peor, es que todo se cuenta con una desgana, falta de ritmo y de rumbo que se pueden casi palpar. De hecho, la historia es casi un traspaso del primer anime «Ghost in the shell» a su versión con personas reales. Y parece que el aburrimiento también iba en dicho paquete.
Lo único que salvaría de la película es cómo lucen algunas escenas y ciborgs, como esas geishas-araña, determinadas ambientaciones… pero todo lo demás exuda falta de personalidad, motivación e incomodidad por parte de todos los implicados, como si nadie se creyese del todo lo que está haciendo dentro de la película.
Dicho esto, te la recomendaría solo en el caso de que no te importe en absoluto la historia, te flipen las ambientaciones ciberpunk y con eso te valga, y no te aburra volver a ver el gazpacho de elementos futurísticos de siempre, mezclados con nula gracia bajo este nuevo/viejo título.
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