El escritor Dan Abnett, especializado en el universo de Warhammer 40.000, tiene una trilogía de novelas (que tengo por ahí pendientes de lectura) dedicada a la figura de Gregor Eisenhorn, inquisidor del Imperio. Este juego se basa en la primera parte de dicha trilogía.
¿De qué va?
La historia gira en torno a la lucha y desvelos de Eisenhorn por, además de la incesante batalla de todo inquisidor contra los múltiples enemigos de la humanidad, recuperar antes que los demonios un ancestral libro de incalculable poder para ellos: el Necroteuch. Dicha epopeya le llevará a recorrer mundos corrompidos por el caos, naves espaciales y otros escenarios espaciales que resultarán familiares a todos aquellos que (como yo) lleven años en contacto con el vasto universo creado por Games Workshop para su WH 40K.
Gráficos
Este apartado me ha resultado curioso: el nivel general es bastante mediocre y mejorable -con destellos notables en algún momento dado-, con no demasiada imaginación a la hora de crear ambientación, teniéndose muchas veces la sensación de estar recorriendo grandes extensiones vacías -de elementos destacables, e interés, por ende-. Los enemigos se hacen bastante repetitivos (guardias renegados, algún marine esporádico…), aunque están bien representados. Eso sí, lo peor: las animaciones -y algunas texturas- son pura basura. Parecen animaciones sacadas de un juego de Pc de hace 10 años, o más si me apuras: toscas, bruscas, con pocos «frames» -dándose situaciones que casi rozan la comedia-, recordando a demos de amateur casi según qué escenas. Pensé que ya no iba a ver cosas así, me ha puesto hasta nostálgico 🙂
Prueba mi enorme espada ehh… psíquica
Gameplay
Esta claro, y eso no es malo, que ha primado el desarrollo novelístico de la historia más que el aspecto gráfico o una dinámica de juego enrevesada/espectacular. Los combates (aunque tienes armas para mejorar: la pistola bólter, la de plasma, la escopeta, el eviscerador, la espada sierra y de energía) son bastante simples y rápidos, casi de transición como en una aventura gráfica; lo cual, dentro del entorno en el que están, casi que se agradece. También cuentas con poderes psíquicos para cegar, llamar la atención, que a veces abren un minijuego en el que tienes que pulsar a tiempo el botón izquierdo del ratón -simulando la manipulación mental a la que sometes a tu enemigo-, que acaban haciéndose bastante sosos y rutinarios.
Por otro lado, exploras bastantes lugares -mención para la última fase, ese entorno entre caótico y necrón- y te hinchas a correr en plan Cimmerio con tu espada por galácticas estepas… En general, entretenida y llevadera, mientras la historia se desarrolla.
Conclusión
Muy, muy irregular. La gracia de este juego, me temo, está sobre todo en haberte leído la novela y verla gráficamente en pantalla, recordando sus mejores momentos imagino. Además, si eres fan del mundo Warhammer 40.000, tienes bastantes más posibilidades de que el juego te consiga enganchar. En caso contrario, puede que te topes con un juego moderno que parece 15 años antiguo (en su peor sentido, de realización técnica), y que desde luego no te aportará nada que otros no puedan hacer mil veces mejor. Por lo tanto, ya sabes: a leer o a warhammerizarte antes de ponerte en la piel de Gregor Eisenhorn.
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